Aunque con todo derecho los guayaquileños pensamos muchas veces que podemos solicitar a las autoridades de nuestra provincia la rectificación de absurdas decisiones tomadas. Prevalece siempre el criterio de no volver a estu-diar las absurdas disposiciones tomadas por no querer dar un paso atrás de lo resuelto y perjudicar así a muchas personas que habitan esta ciudad.

Con saciedad tratamos de hacer ver lo absurdo e inútil, además de costoso, que habían sido los trabajos ejecutados que con la oposición de los habitantes de Lomas de Urdesa que son los que sufren en carne propia esta necesidad, sin embargo al entrar a la calle Olmos se construyó una isla de hormigón armado y hierro que además de inútil y antiestética obliga a los moradores a dar enormes vueltas por calles de tráfico restringido para poder salir al centro de la ciudad.

Interagua hace aproximadamente dos meses interrumpió totalmente el tráfico de subida a Lomas de Urdesa para realizar trabajos efectuando para ello un enorme cráter en la calle que rellenaron nuevamente sin permitir el tráfico vehicular.

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Pero la mayor sorpresa de todo es que al poco tiempo vuelve la misma compañía a interrumpir nuevamente el tráfico por esa zona esta vez por 45 días para realizar el mismo trabajo.

Si al principio hablábamos de lo difícil que era el tráfico para los que vivimos en Lomas de Urdesa, ya se puede imaginar el problema actual, ya que, para subir a nuestras viviendas debemos desviarnos a casi 1 kilómetro para poder llegar a ellas.

Ojalá que las autoridades encargadas de resolver estos problemas recapaciten y que esta vez den paso a la razón y no a la terquedad.

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Ing. Édgar Diminich M.
Guayaquil