Informes llegados desde Nueva Orleans indican que la operación para evacuar a miles de personas del estadio de fútbol americano -Superdomo- ha sido interrumpida luego de que se escucharan disparos que tenían como blanco los helicópteros de rescate.

"Hemos suspendido las operaciones hasta que ellos (la Guardia Nacional) tengan control del Superdomo", dijo Richard Zeuschlag, jefe del servicio de ambulancias Acadian, a cargo de la evacuación de los enfermos y heridos.

Zeuschlag agregó que la Guardia Nacional le anunció el envío de 100 policías militares al estadio para evitar incidentes.

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"No son suficientes. Necesitamos mil", concluyó Zeuschlag.

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo este jueves que habrá "tolerancia cero" para aquellos que violen la ley en las áreas devastadas por el huracán Katrina.

El alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, ordenó a la casi totalidad del cuerpo policial que abandone las tareas de rescate y se concentre en detener a las bandas de saqueadores, muchas de las cuales operan armadas.

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Robo de armas

La gobernadora del estado de Louisiana, Kathleen Blanco, solicitó a Washington el envío de refuerzos para ayudar en las tareas de rescate y en la evacuación de miles de personas que permanecen en situación de riesgo. La idea es liberar a docenas de oficiales de la Guardia Nacional abocados a esas tareas, para que puedan colaborar en mantener el orden.

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De acuerdo a informes, decenas de personas están saqueando tiendas y en muchos casos no sólo roban alimentos o ropa sino también armas.

La Armada estadounidense enviará ocho barcos para intensificar la labor de rescate, que actualmente se realiza con lanchas y helicópteros.

Situación desesperada

El enviado especial de la BBC a Nueva Orleans, Carlos Chirinos, describió la situación en la ciudad como caótica.

El corresponsal señaló que los helicópteros realizan vuelos sin pausa, rescatando a personas que continúan aguardando en los techos de sus casas y llevándolos al centro de la ciudad.

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Uno de los recientes rescatados, el hondureño Raúl Cruz, relató a Chirinos su odisea: "Yo estaba encima del techo de la iglesia y esperé dos días. Sin agua, sin comida, nada". El sobreviviente dijo que no sabe qué hará ahora ni a dónde irá.