El presidente mexicano Vicente Fox garantizó este jueves  que las elecciones de julio de 2006 serán limpias e imparciales, y dijo al  rendir su quinto informe de gobierno ante el Congreso, que los comicios "de  Estado no regresarán" al país.

"Por convicción y por obligación actuaremos con estricto apego a la ley.  Por mandato ciudadano y por imperativo histórico, el proceso electoral de 2006  recibirá un trato imparcial de este gobierno, (...) las elecciones de Estado no  regresarán", dijo Fox.

Para el mandatario, los candidatos y los partidos políticos también "tienen  la enorme responsabilidad de contribuir a que las elecciones sean legítimas,  legales y limpias".

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A 15 meses del final de su mandato, Fox omitió deliberadamente citar cifras  y resultados de su gobierno, ante un pleno de diputados y senadores que se  mostró gélido al principio, pero que al final le exigieron a gritos: "¿y el  informe dónde está?".

"Hoy se pone fin a un rito. Hoy se transforma el sentido de un acto en el  que se compilaban y presentaban cifras favorables al gobierno, para lucimiento  del presidente en turno", aseguró Fox.

El mandatario mexicano, de 63 años de edad, no se autoelogió  deliberadamente, pero tampoco dio pistas de un sólo proyecto para lo que resta  del curso legislativo.

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Fox se refirió a "las decisiones necesarias" que el Ejecutivo y el Congreso  (en manos de la oposición) deben tomar en el sector energético, en la  legislación laboral, y en el área de la seguridad ciudadana, temas en los que  ya presentó iniciativas.

"La sociedad demanda decisiones de nuestra parte para fortalecer el sistema  judicial, a fin de ganar la batalla contra la delincuencia y por la seguridad",  dijo.

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La ola de violencia que sufre México desde el inicio de 2005 ha dejado 822  personas ejecutadas por algún grupo delictivo en la zona norte y otros estados  del país, donde operan ilegalmente siete carteles de la droga, de acuerdo con  la Procuraduría federal.

Los asesinatos violentos, sobre todo en la franja fronteriza mexicana, han  provocado en el último mes fricciones entre el gobierno de México y el de  Estados Unidos.

México es considerado por organizaciones internacionales como el país sin  un conflicto interno que más secuestros sufre en el mundo.

En su mensaje ante el pleno del Congreso, el presidente mexicano dijo  además que "la sociedad aún reclama de nosotros una reforma hacendaria  integral, para dotar al Estado de los recursos que le permitan cumplir mejor  sus obligaciones".

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Fox mencionó que México también demanda reformas a los sistemas de  seguridad social y de pensiones del sector público, "para garantizar su  viabilidad y aliviar la carga financiera a las próximas generaciones".

El Congreso mexicano, dominado por la oposición desde julio de 2003, ha  bloqueado o modificado profundamente la mayoría de los proyectos legislativos  presentados a lo largo de cinco años por Fox.
"Lo ocurrido en estos cinco años ha dejado una gran lección. En una  democracia con gobierno sin mayoría legislativa, es responsabilidad del  Ejecutivo procurar que fluyan los acuerdos para favorecer la acción pública",  admitió el presidente.

"El acuerdo es la fuerza transformadora de la historia. Hemos construido  demasiados muros y pocos puentes", lamentó el mandatario.

Legisladores de izquierda le recriminaron en ese momento decisiones  polémicas, como el desafuero parlamentario que el gobierno emprendió a mediados  de año contra el alcalde de la capital, Andrés Manuel López Obrador.

Fox se refirió a los ciudadanos, porque gracias a ellos, concluyó, "México  no es, ni volverá a ser lo mismo que antes".

Fuera del recinto, unos 7.000 manifestantes, principalmente sindicalistas,  rodearon con demandas sociales el Palacio Legislativo, resguardado por unos  4.000 policías.