Luego de veinticuatro horas del asesinato del ex presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Francisco Ramón, la Policía Judicial pudo iniciar las investigaciones en la hostería El Paraíso, donde la madrugada del lunes pasado fue apuñalado por cinco encapuchados.

La víspera, el fiscal de Pedro Vicente Maldonado, Vicente Reinoso, limitó a la Policía a realizar solo el reconocimiento del territorio, dejando de lado la toma de huellas y testimonios.

La fiscal general de la Nación (e), Cecilia Armas, intervino y exigió al fiscal Reinoso dar todas las facilidades a la Policía, confirmó el capitán, Juan Zapata, vocero de la Comandancia de Policía.

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La Fiscalía entregó la tarde del martes, la convocatoria para la comparecencia de los empleados que se encontraban en el momento del asesinato. En el sitio, algunos de ellos colombianos, se rehusaron a dar declaraciones, mientras otros dijeron que Ramón “era reservado y no tenía enemigos”.

El administrador advirtió que había prohibición expresa para todos de emitir declaraciones que pudieran obstruir la investigación. Por ello, el martes, decidieron cerrar las puertas de la Hostería. Hoy comparecerán cinco empleados ante el fiscal. También fue llamada la esposa de Ramón, Inés Portilla, quien presenció el crimen.

El alcalde del cantón, Héctor Borja (Sociedad Patriótica), señalado por el prefecto de Pichincha, Ramiro González, como la persona que amenazaba a Ramón, dijo que la relación con el occiso “no fue ni de amistad ni de enemistad”.

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Según el alcalde, quien enfrenta un juicio en la Corte Superior de Justicia por concusión, el asesinato de Ramón no es el primero que se da en el cantón que cuenta con 10.000 habitantes y apenas 20 policías para vigilancia.