Una singular crónica de Quito ha entrado en circulación en los últimos días. Se trata de un proyecto a nivel latinoamericano encabezado por un profesor de literatura comparada en California, Armando Silva.  Quito imaginado ha sido la obra de una comunicadora, Milagros Aguirre; un urbanista, ex director de la  Flacso y  político, Fernando Carrión; y un historiador y antropólogo, Eduardo Kingman.

Pero ese Quito imaginado no es una ficción. Es de cierta manera el diagnóstico, a través del tiempo, de una transformación y la evocación del pasado, de todo aquello que se ha ido quedando en la ciudad hasta volverse un imaginario o que ha desaparecido cuando las ciudades latinoamericanas, en palabras del investigador Jesús Martín Barbero, citado en el libro, están sujetas a lógicas urbanísticas que “abogan porque los ciudadanos ya no se encuentren sino que circulen a gran velocidad, lo que justifica el fin de las plazas y el ensanchamiento de las avenidas”.

Los autores de este libro parten de viejas crónicas de siglos pasados o de visiones de poetas como Henry Michaux que llegó al Ecuador del brazo de Alfredo Gangotena en las primeras décadas del siglo XX, para presenciar a medianoche una serenata con “contrabajos, violonchelos, acordeones, armonios, una batería…”.

Publicidad

Las crónicas del siglo XVIII o XIX no constituyen un prólogo en el libro, sino que se mezclan con los hechos contemporáneos para recoger todo aquello que, desde los relatos de Humboldt en 1802 hasta los de Raúl Andrade en la mitad del siglo XX, van constituyendo la ciudad imaginada.

El texto tiene una virtud: no pretende abordar por separado la cultura, los servicios públicos, los cambios urbanísticos, las cifras de la población. Todo conforma un solo cuerpo, que a la sombra del volcán revela una de “las formas de ser urbanas que hoy conviven en América Latina”, según  afirma Armando Silva.

Hay imágenes, gráficos estadísticos pero, sobre todo, un largo relato que va de los miedos contemporáneos a los lugares sagrados como el Panecillo; de las historias particulares de pobladores que asedian la ciudad desde los pueblos aledaños  hasta la relación de sus habitantes con lo femenino.