Muchos abrazos  se vieron antes del clásico del astillero entre jugadores de Barcelona y el técnico de Emelec, el argentino Carlos Habegger. Los más emocionados fueron Fricson George y José Cevallos. El entrenador de los toreros, el colombiano Juan José Peláez, también estrechó la mano de Habegger, a quien considera un “profesional con una trayectoria muy respetable”.

La hinchada de El Nacional reclamó el pasado martes en un programa deportivo de radio La Red, la actitud del estratega militar Ever Hugo Almeida, quien supuestamente al final del partido con Deportivo Cuenca, en el estadio Atahualpa, se molestó contra las barras rojas.

Los aficionados pidieron más respeto y un mejor comportamiento del técnico paraguayo.

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Jorge Guagua, Cristhian Lara, Alejandro Castillo, Félix Borja, jugadores de El Nacional, estuvieron desesperados durante la interrupción del partido con los morlacos (debido a un daño en las luminarias), pues ellos debían viajar a Guayaquil para concentrarse. Sin embargo, la suspensión duró 25 minutos y, luego de que terminó el compromiso, se trasladaron inmediatamente al aeropuerto.

Poca gente acudió al clásico del pueblo, entre D. Quito y Aucas. No fueron más de 2.500 personas. El horario de las 14h00 incomodó a la hinchada capitalina que está acostumbrada a asistir desde las 11h00 o desde las 16h00. A pesar de aquello, llegó un grupo de hinchas desde Sangolquí para apoyar a los chullas. Rolando Jácome, quien nació en este sector, es el más querido.

El clásico del astillero reunió a algunas familias, según se observó durante el partido entre Emelec y Barcelona en el estadio Modelo. Los aficionados acudieron con hijos (niños y niñas), esposas, novias. También los mayores recordaron las antiguas programaciones de fútbol en el coloso de las Américas, donde hasta hace 20 años se jugaban hasta tres cotejos en un día.

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La Espoli  hizo debutar el pasado domingo al mexicano Gustavo el Gusano Nápoles, quien demostró  el porqué de su apelativo.

Por eso cuando anotó el empate contra Olmedo, se lanzó al suelo y se ondeó horizontalmente  sobre el césped para celebrar su primera anotación con la camiseta del cuadro policial de Quito en el estadio de Riobamba.