Los jubilados, que dependen del Seguro Social, constituyen un importante grupo humano que, diariamente, reclama mediante movilizaciones y otros actos, el aumento de sus pensiones. Antes de la dolarización un jubilado que recibía cien mil sucres mensuales podía modestamente sobrevivir, pero desde que esos cien mil sucres se convirtieron en 4 dólares de bajo poder adquisitivo su situación se volvió desesperante. Su reclamo es por de más justo. El IESS no es el responsable de esa inesperada medida, pero sus autoridades debieron inmediatamente reclamar al Gobierno la reparación correspondiente. Sin embargo, hay que considerar que los jubilados del Seguro son parte minoritaria de la población ecuatoriana de la tercera edad. Su situación angustiosa es problema que debe ser seriamente considerada por los gobiernos de turno.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha iniciado una serie de investigaciones para conocer la situación de la gente de edad a fin de promover su salud y bienestar. Según la OPS, al comienzo del presente siglo en la región de las Américas había cerca de 2’300.000 personas de 90 o más años de edad, con 90.000 de más de 100 años. Se calcula que hasta mediados del siglo habrá ya 14 millones de nonagenarios y cerca de 700.000 centenarios. Esto significa que la población de 90 o más años va a cuadruplicarse en los próximos 45 años y los de 60 a 65 años, aumentarán en una proporción aún mayor. Los que llegarán a los 100 años están principalmente entre los que ahora cumplen 75 años.

Uno de los tantos estudios que se han realizado revela el siguiente porcentaje de adultos mayores de más de 60 años: en Buenos Aires, 62 mujeres y 36 de varones; en San Pablo (Brasil), 60 y 40; en Santiago, 66 y 34; en La Habana, 59 y 41; en la ciudad de México 56 y 44; y Montevideo, 64 y 36. Los de 75 años: son mujeres 28 y hombres 26, en Buenos Aires; 26 y 20, en México; y 31 y 28, en Montevideo.

¿Cómo califican su estado de salud los de 60 años de edad? Entre excelente y muy buena del 4 al 6%, en México, Santiago y La Habana; entre 18 y 20% los de Montevideo y Buenos Aires. Buena, entre 20 y 30% de las tres primeras ciudades y aproximadamente 40% de las dos últimas; y mala, entre 15 y 20% de las primeras y del 5 al 6% de las dos últimas.

Entre los problemas de salud de este grupo están: las diversas discapacidades vinculadas a la edad que oscilan entre el 35 y 40%, hipertensión arterial, entre el 43 y 50%; cardiopatías, entre el 10 y 20%, diabetes melitus entre el 12 y 20%; la artrosis entre el 30 y 57%.

Entre los riesgos frecuentes de las personas de edad está la caída, especialmente al subir o bajar gradas y en muchas otras circunstancias. Las que se han caído una vez, oscila entre 10 y 13%, las que se han caído dos veces, entre 8 y 12%. El total, 34% en Santiago, 33 en México y 24 en La Habana. Entre los factores que condicionan la longevidad, según la Directora General de la OPS, están: no fumar, mejor nutrición, mantenerse activo física, mental y socialmente.