La ausencia de películas realizadas por cineastas de España y América Latina en la sección oficial de la 62ª edición de la célebre Muestra de Cine Venecia, que se inaugura el próximo miércoles, suscita decepción y rabia entre apasionados y expertos.
“¡Qué vergüenza!”, comentó indignado el director y productor argentino Pablo Torres Nilsson, proveniente de uno de los países de América Latina que más películas realiza al año, con un promedio de 60, casi como Italia y Francia, con cerca de 80 filmes.
Para el chileno Rodrigo Díaz, asesor del festival veneciano, quien este año visionó más de 150 cintas dirigidas por latinoamericanos para la Muestra (del 31 agosto al 10 de septiembre), de las cuales 4 (dos argentinas, una brasileña y una mexicana) fueron escogidas para otras secciones, se trató de todos modos de un año pobre.
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“No fue un año de vacas gordas. No se nos escapó nada. Lo que pasa es que no había filmes que cumplieran con los criterios que este año se impuso el comité seleccionador”, aseguró Díaz.
La ausencia de cintas dirigidas por latinoamericanos y españoles de la lista de 19 películas para la competición oficial sorprendió a buena parte de los críticos.
“Todos quieren estar en la competición oficial, claro. Pero hemos constatado que no sirve consagrar el arte y la geografía. Basta con un festival ecuménico, ideado como un ‘mapa de naciones’. Hemos escogido las películas solo por sus virtudes cinematográficas”, dijo el director de la Muestra, Marco Mueller.
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La participación récord de Estados Unidos, con el estreno “mundial” de nueve cintas, de las cuales dos están en concurso, entre ellas una del divo George Clooney, sin contar el desfile de estrellas que llegarán para presentar sus películas, contrasta con la escasa presencia de latinoamericanos.
La exclusión de España, que participa solo con dos filmes, resulta aún más incomprensible, si se tiene en cuenta que el año pasado presentó películas de notorio éxito, entre ellas Mar adentro, de Alejandro Amenábar.