La Policía y el Ejército tomaron ayer el control de la llamada zona de ubicación, en espera de la desmovilización de la seguridad de los jefes paramilitares, los últimos armados ilegales en esa región del noroeste de Colombia.

Al menos 275 tropas del Ejército y la Policía rodearon la zona en diferentes puestos de control y acceso. Otros 40 policías llegaron para cuidar y servir de puente entre la población civil y autoridades.

Informes periodísticos señalan que la programación prevista por la oficina del comisionado se vio atrasada por la verificación que este debió hacer de una presunta incursión de la guerrilla a la zona rural de Valencia, muy cercana al sector de ubicación, 430 km al noroeste de Bogotá.

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En el área destinada especialmente por el gobierno para reunir allí a los jefes paramilitares, aún permanecen algunos comandantes que son investigados con combatientes rasos, acusados de delitos atroces a quienes se les aplicará la Ley de Justicia y Paz.

La desmovilización programada incluirá a los anillos de seguridad de los jefes paramilitares, así como a un grupo de ilegales del Bloque Pacífico a cargo de Francisco Zuluaga, conocido también como Gabriel Galindo, alias Gordo lindo, quien está solicitado en extradición por Estados Unidos bajo cargos de narcotráfico.