Unas 30 personas resultaron heridas por una potente explosión en el área de pasajeros de un barco en la isla Basilán, al suroeste de Filipinas, informó este domingo un general del ejército.

El comandante militar de la isla, general Raymundo Ferrer, dijo que los pasajeros estaban abordando el ferry Doña Ramona en el puerto de Lamitán cuando se produjo una explosión en el área de la cafetería del barco, que ocasionó un pequeño incendio.

El fuego fue controlado minutos después pero el daño por la explosión fue considerable.

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"El ataque fue definitivamente un acto terrorista", dijo Ferrer a Reuters. "Estaba destinado a herir a personas inocentes. Es muy pronto para culpar a ciertos grupos rebeldes, pero fue un intento de asustar a nuestros habitantes", agregó.

La presidenta Gloria Macapagal Arroyo condenó el ataque y ordenó reforzar las medidas de seguridad para prevenir otros atentados, dijo su portavoz Ignacio Bunye el domingo en un comunicado.

"La policía tiene instrucciones estrictas de llegar al fondo del asunto y tomar las medidas necesarias para proteger a los ciudadanos y llevar a los responsables ante la justicia", dijo Bunye.
   
Evidenia

Ferrer informó que los investigadores recogían evidencia en el lugar de la explosión, que podría haber sido causada por una bomba casera colocada junto a tanques de gas licuado ubicados en la despensa del barco.

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El funcionario dijo que las investigaciones inmediatas al estallido descartaron una explosión de gas en la cocina de la embarcación. Varios pasajeros dijeron que un hombre dejó una caja de zapatos en el mostrador de la cafetería unos minutos antes del incidente.

"El humo y el olor que quedó tras la explosión era de pólvora", dijo Ferrer, citando a investigadores militares. "Muchas de las víctimas sufrieron quemaduras. No había heridas de metralla", añadió.

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Agregó que en el artefacto explosivo había una mezcla de nitrato de amonio utilizado en fertilizantes y pólvora negra. Estaba envuelto en ropa y una bolsa de plástico y colocado en una caja de zapatos.

Jinmy Andong, un funcionario de la ciudad, dijo que seis pasajeros sufrieron quemaduras de tercer grado y que el ejército enviaría dos helicópteros para transportar a los heridos críticos hacia la sureña ciudad portuaria de Zamboanga, hacia donde se dirigía el barco atacado.

Testigos dijeron que los pasajeros se dejaron llevar por el pánico tras la explosión y algunos saltaron al agua mientras el fuego se extendía por la cocina del barco.

Ferrer dijo que ninguna organización se adjudicó el ataque, pero la isla es conocida por ser base del grupo extremista musulmán Abu Sayyaf, relacionado con Al Qaeda, al que se acusa del atentado contra un barco el año pasado en la bahía de Manila que causó más de 100 muertos.

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El 10 de agosto, unas 26 personas resultaron heridas cuando dos bombas explotaron en el concurrido distrito comercial Zamboanga. Las autoridades dijeron que sospechaban de Abu Sayyaf como responsable del ataque.