Las mujeres de Guayaquil se reúnen para comentar lecturas. Algunas están agrupadas en clubes. Y el pasado jueves acudieron a la Fundación EL UNIVERSO. No para leer, ni para  comentar algún libro, sino para hablar  de sus experiencias de pertenecer a los grupos  de lectura.

La convocatoria para el diálogo  la realizó  la Fundación Sociedad para el Fomento de la Lectura. Su presidenta, la crítica literaria Cecilia Ansaldo Briones, dirigió la conversación.

Como panelistas estuvieron Ximena Moreno, del grupo de lectura número 3; Paulette Klein de Kennedy, del Capítulo 8; María Fernanda Ortiz, de Café Urgente; Victoria Vergara, del grupo de lectura del Teatro Centro de Arte; y Marena Briones, del grupo Mujeres del Ático.

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Una a una tomaron la palabra. Las percepciones personales, matizadas con anécdotas grupales, referencias literarias, así como los motivos que las llevaron a ser parte de los clubes de lectura, marcaron la tónica de la reunión.

Hablaron de los orígenes de sus grupos, del crecimiento personal que ha significado para ellas  acercarse a la lectura y, sobre todo, de la alegría de compartir. Revelaron que el acto de leer es una tarea solitaria, como todo acto de creación (y la lectura lo es, dijo Marena Briones), pero que la magia de este proceso se completa cuando se comparte, se discute lo leído. Cuando se escuchan otros puntos de vista, otras formas de mirar.
 Quizá allí radica el motivo por el cual se reúnen.

ACTIVIDADES

MÁS MUJERES
Los Clubes de Lectura están integrados en su mayoría por mujeres. Y la sala de la Fundación EL UNIVERSO tuvo como público básicamente a mujeres. Hubo pocos hombres.

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PARTICIPACIÓN
Luego de la intervención de las panelistas se abrió un foro. Las preocupaciones del público eran diversas: desde qué leer a cómo incentivar el amor por la lectura. No faltaron temas como los altos costos de los libros y la dificultad de acceder al conocimiento por motivos de índole económico.

MÁS DE DOS DÉCADAS
El Club del Libro Número 3 y el grupo Mujeres del Ático tienen más de dos décadas de fundados. Estos y otros grupos están integrados por mujeres de distintas edades y ocupaciones. Pero las une el amor por la lectura. Cada club tiene su propia mecánica de funcionamiento.