Las olas de calor y sequías en la región meridional de Europa, así como las lluvias diluvianas en la región alpina, son situaciones extremas derivadas del aumento de las emisiones de gas del efecto invernadero por causa del modelo energético del hombre, informaron ayer la organización ecologista Greenpeace y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

En el último siglo la temperatura de la Tierra se elevó 0,8 grados centígrados y de continuar así, en el 2100 las temperaturas del planeta aumentarán entre 1 y 5,5 grados centígrados.

Hasta entonces, poco a poco, las catástrofes naturales serán más frecuentes e intensas. Así además de las olas de calor y las crecientes, se  registrarán también fuertes tormentas, tornados y huracanes en Europa, más tornados y tormentas en América del Norte y más inundaciones en Asia.

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El cambio climático global ocasionará pérdidas económicas por más de 200.000  millardos de dólares en todo el mundo hasta el año 2050, pronosticó el Instituto Alemán de Investigaciones Económicas con sede en Berlín.