El presidente peruano Alejandro Toledo dijo ayer que llamó por teléfono a su homólogo chileno Ricardo Lagos y lamentó un incidente en el Congreso donde el ministro de Defensa arrojó al suelo una bandera de Chile.

En Chile, el gobierno calificó el hecho como un agravio en un momento de buenas relaciones bilaterales, aunque el presidente Lagos prefirió enfocarse en los lazos futuros entre ambos países.

Un legislador peruano protagonizó un escándalo el jueves al calificar al primer ministro, Pedro Pablo Kuczynski, de prochileno y regalarle la bandera de ese país, durante la presentación del plan del gabinete en el Congreso.

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Kuczynski, un ex banquero de Wall Street, se quedó sorprendido y el ministro de Defensa, Marciano Rengifo, quien estaba sentado a su lado, se paró y arrojó la bandera chilena al piso del hemiciclo.
El presidente Lagos aceptó las disculpas de Toledo.