Mis sentidas condolencias a los familiares de los emigrantes desaparecidos en altamar, si bien no se sabe la cifra exacta, no menos de 100 ecuatorianos sucumbieron ahogados en un intento por lograr mejores días, tragedia que ha conmocionado al Ecuador entero. ¡Qué diferencia entre lo que sucedió en Londres y lo que sucede ahora en Ecuador! En Londres, tras al atentado del metro, se declaró luto nacional por la muerte de 30 o 40 personas (no recuerdo la cifra exacta), se iniciaron investigaciones para dar con los autores, cómplices y encubridores, se inició una “cacería de brujas”, se allanaron domicilios, se le disparó a un brasileño, etc., (y no necesitaron que alguien ponga denuncias escritas en la Policía, como sucede aquí en Ecuador). Aquí mueren en un atentado en el océano, y no pasa nada. Las autoridades navales se excusan porque no pueden controlar todo el tráfico marítimo, y no pasa nada.

Se sabe que los coyotes extorsionan a sus víctimas, y no pasa nada. Se sabe que las víctimas de altamar eran oriundos del Austro ecuatoriano (Cañar y Azuay) y, ¿qué hacen los diputados de esas provincias? Nada. Los coyotes vuelven a embarcar después de pocas semanas a más víctimas y no pasa nada. Definitivamente, necesitamos un Elliot Ness, como en Los Intocables para que les eche mano dura y se acabe tanta impunidad. Ecuatorianos, unámonos para castigar con nuestro voto a los responsables de la crisis económica que obliga a nuestros compatriotas a arriesgar su propia vida por un porvenir mejor.

Dr. Glenn F. Vega Jaramillo
Guayaquil