P: ¿Qué visión tiene sobre  Latinoamérica y su tecnología? Acá se da otra de las inequidades en el acceso a ella. ¿Qué futuro ve?
R: Muy buenas. Latinoamérica tiene ahora una oportunidad muy grande. En el año 91 inicié en Costa Rica una reunión panamericana con todos los países del hemisferio para estudiar la posibilidad de crear en las Américas una comunidad, una agencia espacial, al estilo de la agencia espacial europea donde todos los países contribuyeran cierta cantidad de dinero.

P: Suena hermoso, pero esta es una zona del mundo donde a veces no hay ni para pagar a los maestros. ¿Cómo pensar en pagar para el espacio?
R: Eso es. La tecnología no se puede pagar talvez con un solo país, pero sí con la contribución de varios otros. Nosotros en Latinoamérica tenemos núcleos de muy buenos científicos que ahora están agarrándose de las uñas de los pocos recursos que existen y están desconectados; es una gran tragedia científica. Son científicos muy buenos, capaces de resolver nuestros problemas sociales. (...) Quería ver si es que lográbamos comenzar una serie de proyectos del cual el más exitoso ha sido el de Chagas, que hemos estado trabajando desde el 91.

P: ¿En qué consiste básicamente?
R: Consiste en el uso de extractos naturales de las selvas de Costa Rica, de la reserva de bosques chilenos, de extractos con propiedades antiparasitarias y empezar a atacar la estructura de esos extractos para poder construir, diseñar una cura contra el mal de Chagas, un problema  latinoamericano. (...) Esos extractos se pueden cristalizar en el espacio para producir patrones precisos de la estructura molecular y diseñar la medicina. Aún está en investigación, pero una vez que se logre esto no es que solamente vamos a atacar el mal de Chagas, sino que es totalmente vital para muchas otras enfermedades.