El delantero francés Djbril Cisse, privado del protagonismo estelar en el actual campeón de Europa, encontró su repercusión particular en el duelo de la Supercopa y con sus dos goles, proporcionó al Liverpool el primer título continental de la temporada.

Una lesión le apartó de la titularidad del conjunto de Anfield la pasada campaña. No tuvo hueco después en un equipo que funcionó como la seda. Su lugar quedó pendiente del banquillo y de una eventualidad que le llegó en Mónaco, donde encontró su recompensa el peculiar ariete galo.

El Liverpool tuvo que aguardar a la prórroga y a la entrada de Cisse para cambiar el signo de un duelo que se le puso áspero. Y eso que el campeón de Europa impuso un dominio abrumador en el inicio.

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Perfectamente orientado por la conducción de Xavi Alonso y Riise, amarrados a la posesión de la parcela ancha ante la permisividad del rival, surtieron de balones al ataque inglés, especialmente representado en Fernando Morientes y, sobre todo, Luis García.

Fue el ex jugador del Barcelona el que dispuso de las acciones ofensivas más evidentes. Pero un mal control dentro del área y un disparo excesivamente desviado protagonizaron al internacional español de protagonizar la apertura del marcador.

El ansia goleador del conjunto de Rafael Benítez, que ubicó a cinco españoles entre el once titular, decayó tras los veinte minutos iniciales. Un flojo disparo de Morientes delató una decaída de la pólvora británica al tiempo que el CSKA advirtió cierta fijación ante la meta de Jose Reina con un par de galopadas de Vagner Love, el destino de la mayoría de los pelotazos enviados sin precaución por los lanzadores rusos.

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La primera amenaza fue del serbio Krasic, que desde la derecha intentó sorprender a Reina. La pelota salió mirando al palo fuera del alcance del ex meta del Villarreal.

La posterior aproximación rusa ya fue en serio y supuso el primero gol. Una acción rápida de contraataque emprendida por Vargner Love. Su balón llegó a Daniel Carvalho, que sorteó la salida de Reina y firmó el 1-0.

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Luis García pudo igualar poco después. Encaró a Akinfeev pero disparó alto. No era el día de uno de los héroes de la final de Estambul.

La apertura del segundo tiempo no pareció mejorar el panorama del bloque de Benítez, apresurado en la precipitación ante un equipo confiado en la contundencia de su sistema. Alonso no encontró destino a sus centros. A pesar de su empeño y su intención. La zaga rusa maniató a Morientes y a García. Y el empeño inglés se convirtió en espesura.

El Liverpool encerró al CSKA definitivamente. Pero no mejoró su juego. Tampoco con la entrada de Pongolle, por Finnan ni el oxígeno de Sissoko por el orden de Alonso.

La falta de calidad de los atacantes del conjunto moscovita evitó males mayores para el Liverpool.

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Hasta que un saque de puerta de Reina y un habilidoso centro de Luis García con el pecho dejó sólo a Cisse, recién entrado al campo, que aprovechó un error del portero y de Ignashevich para lograr el empate a ocho minutos del final y abocó el duelo a la prórroga.

El tiempo añadido terminó por encumbrar al atacante galo. Una vez más, auxiliado por la fortuna y por el oportunismo selló el triunfo, redondeado por el español Luis García, que marcó el tercero a centro del francés.

3 - Liverpool: Reina, Josemi, Carragher, Hyypia, Riise (Cisse, m.79), Finnan (Pongolle, m.55), Xabi Alonso (Sissoko, m.70), Hamann, Luis García, Zenden y Morientes.

1 - CSKA Moscú: Akinfeev, Chidi Odiah (Gusev, m.89), Alexei Berezutsky, Vasili Berezutsky, Ignashevich, Zirkov (Semberas, m.66), Aldonin, Rahimic, Krasic (Dudu, m.84), Daniel Carvalho y Vagner Love.

Goles: 0-1, m.28: Carvalho. 1-1, m.82: Cisse. 2-1, m.103: Cisse. 3-1, m.109: Luis García.

Arbitro: Renne Temmink (HOL). Mostró tarjeta amarilla a Zenden, Hyypia y Luis García.

Incidencias: encuentro de la Supercopa de Europa disputado en el estadio Luis II de Mónaco ante unos 17.000 espectadores.