Asesor jurídico
Me refiero a la nota periodística publicada en la parte inferior de la página 2A de Diario EL UNIVERSO del lunes 15 de agosto del 2005, titulada “La UEES presente en el Gobierno”. Como en dicha nota se hacen alusiones al suscrito, existen aspectos que merecen precisarse, tal como sigue:

1.- En septiembre del 2003 fui invitado por la Escuela de Derecho y Ciencias Políticas de la UEES a dictar la cátedra de “Derecho Civil: Obligaciones”. Mi intervención como catedrático se extendió hasta el primer semestre del año 2004, época en la que me excusé temporalmente de seguir dictando clases en esa importante universidad, debido a múltiples responsabilidades profesionales y personales que han limitado mi disponibilidad de tiempo para la cátedra, la cual impone —al profesor responsable—  muchas horas de estudio, preparación e investigación.

2.- Mi mayor experiencia como catedrático deviene de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, en la cual he dictado las cátedras de obligaciones, contratos civiles, contratos mercantiles, derecho mercantil y sucesiones dentro de los años 1994 al 2002 en diversos períodos.

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Vale agregar que soy abogado y doctor en Jurisprudencia graduado en la Universidad Católica y que no he vuelto a la cátedra en dicho centro por las mismas razones ya anotadas; ello pese a las constantes invitaciones que he recibido y que honrosamente agradezco.

3.- Considero importante aclarar que como profesional del derecho no he mantenido ni mantengo, ni soy partícipe de algún “círculo cercano”, “círculo íntimo” o de cualquier otra índole (“adjetivados” de diversa forma por ciertas personas y algunos “analistas creativos”), con el señor Presidente de la República. Además, cumplo con indicar que tampoco me une parentesco alguno con el Primer Mandatario. Mi relación con el señor Presidente ha sido y es profesional, data desde 1998 cuando como abogado asociado al Estudio Jurídico Romero Menéndez de Guayaquil, me cumplió atenderlo.

4.- Destaco, además, que la función que desempeño en la planta baja del Palacio de Carondelet desde el 25 de abril del 2005, es la de “Subsecretario General Jurídico de la Presidencia de la República”, cuyas atribuciones están previstas en el decreto ejecutivo Nº 2706 y que son, sustancialmente, el asesoramiento jurídico y patrocinio procesal del Jefe de Estado y de la Presidencia de la República; no me corresponde asesoría política de índole alguna (más aún cuando no soy asesor político sino asesor jurídico), peor sugerir o influir en la aceptación de renuncias de ministros, tal como se alude de forma imprecisa en la nota que comento. Debe recordarse que la designación de ministros, sus renuncias y las remociones son atribuciones constitucionales privativas del Presidente Constitucional de la República.

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5.- Finalmente, para fines de precisión y honra de mi madre fallecida en 1987, mi segundo apellido es “Torre” y no “Torres”.

Dr. Roberto González Torre
Guayaquil

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Nota de la redacción: Acogemos las correcciones en su hoja de vida. Lamentamos no coincidir con el criterio de que el cargo de asesor de la Presidencia no es de índole política.