Las tumbas de los 48 israelíes muertos en Gaza, la mayoría en ataques de las facciones de la resistencia palestina, serán trasladadas a partir del próximo domingo a cementerios de Israel por acuerdo de sus parientes con el Ejército.

El traslado de los restos va contra el ritual hebreo, que prohíbe expresamente mover los huesos de los muertos pues equivale a deshonrarlos, fue autorizado por un dictamen del rabino-jefe de las Fuerzas Armadas, el brigadier general Israel Weiss.

El religioso declaró hoy, jueves, que su decisión, impugnada por algunos colonos que recurrieron a la Suprema Corte de Justicia, ha sido refrendada por los Grandes Rabinos del Estado.

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Weiss y los rabinos del bloque de los asentamientos de Gush Katif, evacuados la semana anterior y actualmente sometidos a demolición, llegaron a un acuerdo con el argumento de que si quedaran las tumbas en el cementerio comunal los restos podrían ser profanados por los palestinos, informa el diario Yediot Aharonot.

Los restos serán enterrados en el cementerio de Nitzán, al norte de la franja de Gaza, y en Jerusalén, pero los desalojados, muchos de los cuales no saben aún dónde se establecerán con sus familias, podrán escoger cementerios en las localidades donde residan.

El traslado de los muertos, entre ellos tres soldados que cayeron en acción contra las facciones palestinas, y la hija de un colono de origen sudamericano, Iehuda Heimenrath, que la enterrará ahora en Jerusalén, se prolongará de cuatro a cinco días.

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En cuanto a las 56 sinagogas de los veintiún asentamientos desalojados por el Ejército y la policía, su traslado a territorio israelí, estaba pendiente de una decisión del Tribunal Supremo, aunque ya han sido retirados todos los elementos del culto empezando por los "rollos de la ley", el Viejo Testamento.