El ex funcionario descarta que su dimisión tenga relación con la carta a ministros sobre el paro.

El secretario de Comunicación del Estado, Andrés Seminario, renunció a su cargo la noche del lunes pasado y con ello se ahondó la crisis interna que el Ejecutivo enfrenta desde el 5 de agosto, cuando Rafael Correa dejó el Ministerio de Economía y siguieron otras dimisiones. Las disputas por ciertos espacios de poder y la preocupación del Gobierno por la caída en la imagen presidencial serían las causas.

El primer aspecto, el propio Seminario lo deja entrever en su carta de renuncia, que fue entregada ayer por la mañana al presidente de la República, Alfredo Palacio. “Es frustrante que el esfuerzo, las acciones transparentes, el trabajo profesional se vean opacados, casi coartados”, dice la misiva.

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Seminario reconoció ayer que más allá de las limitaciones logísticas (falta de presupuesto, deudas con los medios de comunicación y otras empresas), tuvo otros obstáculos que le impidieron aplicar sus principios, ideales y conocimientos.
Incluso afirmó que mucha de la información que por estrategia política tenía que ser de su conocimiento, jamás le fue comunicada o simplemente no le llegó a tiempo.

Prefirió no identificar los sectores o las personas que le pusieron esas limitantes y explicó que solo dará más explicaciones cuando haya dejado definitivamente el cargo en el que permanecerá hasta que se nombre a su reemplazo.

Ayer, en Carondelet trascendió que el pasado lunes el presidente Palacio reclamó a Seminario por su baja de popularidad y por la supuesta falta de acciones comunicacionales para mejorarla. Esto habría sido una de las causas por las que el ahora ex funcionario dejó el cargo, sobre todo porque consideraba que la imagen gubernamental no es labor de una sola persona sino de todo un equipo.

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Él dijo ayer que lo más frustrante ha sido hacer sacrificios y no llegar a ningún lado, y en ese contexto “la Secretaría de Comunicación necesita de alguien más operativo”.

Respecto de la versión de que su salida se debe a que fue él quien, a través de un oficio, sugirió a los ministros de Estado responsabilizar a los partidarios del ex presidente Lucio Gutiérrez  de la violencia registrada en el paro de Sucumbíos y Orellana, Seminario dijo que eso no era cierto, aunque aceptó que sí envió a todos los ministerios una carta con recomendaciones sobre el tema.

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La Secretaría de Comunicación entregó copia de esa carta fechada al 17 de agosto. En ella, Seminario indica que los “mensajes clave” que se deben repetir en torno al paro deben señalar que se trata “de una estrategia cuasimilitar para atacar puntos sensibles en la producción petrolera”, que “son fuerzas que utilizan a la población civil para defender intereses políticos y demandas nuevas propias de una campaña electoral”. En el texto no se menciona directamente ni a Gutiérrez, ni a sus partidarios.

Con la salida de Seminario, son dos las personas que han pasado, durante los cuatro meses de gobierno de Palacio, por la Secretaría de Comunicación. El primero, Carlos Cortez, renunció al cargo el 7 de junio pasado. Seminario deja la Secretaría de Comunicación tras 67 días de dirigirla.