Por eso nos parece saludable que desde el mismo Ministerio se haya comenzado a restar importancia a dos propuestas intrascendentes sobre horarios y tareas escolares, y en su lugar se le esté dedicando mayor atención a lo que podría ser, esta sí, una discusión importante. Nos referimos a las discrepancias en torno al proceso de universalización del primer año de educación básica.

Según información de prensa, el Contrato Social por la Educación y dirigentes gremiales del sector cuestionan los montos que se han asignado a este programa, así como la modalidad de contratación del personal docente que participará del mismo. Se ha dicho, a manera de ejemplo, que los maestros del programa percibirán una remuneración de solo 80 dólares mensuales, lo que por supuesto no parece adecuado.

Sería conveniente que el Ministerio del ramo exponga los argumentos que sustentan su propuesta, ya que el plazo para el inicio del próximo año escolar en la Sierra es apenas lo justo para registrar los cambios que hagan falta.