El puerto de Guayaquil pierde cerca de 46.000 dólares mensuales por la desocupación de las bodegas y patios de ‘primera línea’ que tiene la terminal marítima y que se denominan así por estar ubicados frente a los muelles de embarque.

Las bodegas se encuentran vacías desde hace más de dos meses tras un concurso que se efectuó para alquilar las almaceneras ‘de primera’ y ‘segunda línea’, que antes se mantenían arrendadas a empresas permisionarias.

El proceso no tuvo oferentes para los cuatro patios principales y, desde ese momento (31 de mayo pasado), se encuentran sin funcionamiento  en el puerto, según funcionarios de la Autoridad Portuaria de Guayaquil (APG).

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 El contrato de arrendamiento que tienen actualmente las permisionarias que alquilan el espacio de las bodegas de ‘segunda línea’ vence el 31 de diciembre próximo, fecha en la que se espera tener un panorama específico sobre  la concesión del puerto local, que debe concretarse en enero del 2006.

La concesión de permisos para que empresas privadas operen en el puerto, especialmente en la ocupación de los patios y bodegas, ha tendido complicaciones en los últimos tres años. Eso impidió que la APG obligue a las operadoras  a efectuar más inversiones.

Algunos de los permisionarios “se han mantenido firmando adendums al contrato de permisionamiento que no les ofrece ninguna garantía para recuperar la inversión”, reconoció el ex gerente de APG, Édgar Bonilla, en una reciente publicación de la Cámara Marítima del Ecuador (Camae).

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El gerente del primer distrito aduanero, Jorge Muñoz, explicó que, al momento, las permisionarias tienen un contrato de almacenamiento de mercancías con la CAE y de arrendamiento del espacio (uso de suelo por las bodegas) con la APG. El control de almacenamiento de cargas lo ejerce la  Aduana.

CONCESIÓN

PROCESOS
El nuevo gerente de la Autoridad Portuaria de Guayaquil (APG), Hugo Cañarte, revisa los procesos que se efectuaron para iniciar la concesión del puerto en la anterior administración. Hay un estudio de la firma chilena GSI que ofrece tres alternativas para la concesión.

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SEGURIDAD
La certificación de ‘puerto seguro’ aún está pendiente en la terminal local. Le resta por completar el 30% de su seguridad, según los estándares de la Coalición Empresarial Anticontrabando (BASC, por sus siglas en inglés). Esta organización tenía un contrato con APG que concluyó.