Wilfrido Matamoros,  ingeniero  de 65 años, está al frente de la Fundación Guayaquil Siglo XXI desde abril del 2001, dirigiendo los proyectos que cambian la imagen de la ciudad.

Desde sus oficinas, en el edificio La Previsora, tiene una amplia visión de la urbe y el río, desde donde se aprecian los cambios de Guayaquil en los últimos años.

Matamoros fue invitado a la fundación municipal por Ricardo Palau, presidente del directorio en esa fecha y dueño de la empresa Equidor y de la parte nacional de la concesionaria de agua potable, Interagua, con quien dijo tener una amistad de muchos años.  

Publicidad

Para Matamoros, quien recibe una remuneración de alrededor de 3.500 dólares mensuales, esta fue su oportunidad de trabajar en la parte pública, porque antes se dedicaba únicamente a la construcción.

Él se encargó de la edificación del World Trade Center, con un consorcio conformado por la compañía Cenco de Colombia y Cencoral de Ecuador. Esto le tomó aproximadamente cuatro años.

Como constructor se siente muy contento de formar parte de los cambios de la ciudad, señala incluso que el Alcalde le tiene una deferencia especial y cuenta con su apoyo.

Publicidad

Su relación con Jaime Nebot la describe como muy profesional.  “Él no interfiere en casi nada de nuestra administración y nos deja actuar”, aunque también indica que el Alcalde es el que tiene la última palabra en cuanto a la prioridad de las obras.

Se reúnen todos los jueves a las 09h00 para discutir costos, proyectos y lo relacionado con la regeneración urbana.

Publicidad

Matamoros  no está afiliado a ningún partido político, pero siempre vota por el Partido Social Cristiano (PSC) porque le gusta  la línea de trabajo.

Dentro del proceso de regeneración de la ciudad, el Barrio del Centenario, “no por complicaciones sino por experiencia”, aclara, ha sido el más significativo, por ser la primera obra.

“Esos trabajos estaban proyectados para realizarse en seis meses, pero nos encontramos con serios problemas, hubo muchas complicaciones con las tuberías de servicios básicos, tuvimos que parar en seco para poder estudiarlas, la obra se concluyó un año después”,  sostuvo.

Según el funcionario, allí entendieron lo que significaba realmente la regeneración de la ciudad. 

Publicidad

“La Empresa Eléctrica,  Pacifictel, Interagua y TV Cable siempre nos dan la ayuda necesaria, pero igual nos ocasionan retrasos; ellos revisan si está operativa su área y hacen los correctivos,  nosotros reponemos los bordillos, ponemos la capa para acera con su relleno, es una cosa muy superficial lo que tocamos y debemos tener cuidado de que las obras enterradas estén perfectas”, dijo Matamoros.