Los soldados de dos compañías de las Fuerzas Armadas de Israel se trasladan hoy, desde Gaza hasta el norte de Cisjordania, para evacuar a más de 2.000 extremistas israelíes atrincherados en los asentamientos judíos de Sa-Nur y Jómesh.

Algunos de esos ultranacionalistas, según fuentes militares, están armados con fusiles, armas ligeras y granadas de estruendo para resistir su desalojo que comenzará mañana, según lo previsto por el Ejército.

Mientras, en Ramala, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) ha condenado duramente el plan de Israel de trasladar a los colonos desalojados hoy de la colonia de Netzarim, en la franja de Gaza, al asentamiento-ciudad de Ariel en Cisjordania.

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El jefe de los negociadores palestinos, Saeb Erekat, dijo que los israelíes se comprometieron con la administración de Estados Unidos a no instalar a ningún colono de Gaza en Cisjordania.

"La decisión de Israel es muy peligrosa", declaró Erekat a los periodistas y agregó que "los mismos factores que han decidido a Israel a desmantelar los asentamientos de la franja de Gaza son los mismos que les decidirá algún día a retirar los de Cisjordania y Jerusalén".