Las actividades comerciales se reanudaron ayer y la calma volvió a Chone, aunque en las calles permanece la evidencia de las violentas protestas que se registraron entre el miércoles y viernes pasado en esta localidad.

El cambio de panorama coincide con la declaratoria de emergencia para este cantón decretada por el Gobierno desde el pasado sábado, precisamente a causa de los enfrentamientos protagonizados por ciudadanos que piden la renuncia del alcalde Eliécer Bravo, a quien acusan de irregularidades.

Llegó ayer a esta ciudad el brigadier general Héctor Camacho Pauta, quien estará a cargo de los operativos militares mientras dure el decreto de emergencia.

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El oficial dijo que evitará enfrentamientos por lo que va a mantener diálogos con las partes en conflicto, pero aseguró que las actividades en este cantón volverán a la normalidad y las vías se reabrirán. “Estoy aquí para hacer cumplir este decreto; todas las actividades privadas y públicas se normalizan a partir del lunes (hoy) y el municipio tiene que laborar normalmente”, dijo Camacho.

“Ya era hora que se tomara esta medida; vivíamos en zozobra y atemorizados”, sostuvo  Carlos Zambrano, un comerciante de la localidad.

El alcalde Bravo calificó de positiva la decisión del Gobierno. “Esto era lo que pedía la gran mayoría de la ciudadanía, porque aquí ya no se respetaba a nadie, todas las manifestaciones eran actos de vandalismo”, mencionó el funcionario, quien permanece en su domicilio.

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Gonzalo Aveiga, presidente de la denominada Junta Cívica, sostuvo que no se puede romper la libertad que tiene el pueblo para exigir cambios. “No sé qué pasará; lo que pedimos es la salida de Bravo y que inmediatamente se revoque a la brevedad posible el decreto inconstitucional de emergencia. Al pueblo de Chone no lo van a callar y a amedrentar con un estado de emergencia”, dijo el dirigente.

En la mañana de ayer un centenar de ciudadanos se colocó con mordazas en la boca en la puerta de la iglesia San Cayetano, de esta ciudad, para rechazar el decreto de emergencia e insistir en la renuncia del alcalde.