La poca rentabilidad que le genera al estado ecuatoriano el contrato de participación suscrito con Occidental y otras compañías petroleras privadas, en tiempos en que el precio internacional del barril de crudo supera los 60 dólares, impulsó a tres ex presidentes ejecutivos de la petrolera estatal, Petroecuador, a pensar en un nuevo modelo de contrato.

El único anuncio público fue el que realizó Hugo Bonilla, el 24 de marzo pasado. Ese día, aun cuando todavía gobernaba el coronel Lucio Gutiérrez, dijo que revisaría todos los contratos de exploración y explotación de crudo que el Estado tiene con firmas extranjeras.

La intención del funcionario era mejorar las condiciones de participación del Estado, y la medida se aplicaría solo en aquellos que se demostrare que existe el perjuicio.

Publicidad

El último borrador que se elaboró fue el del pasado 11 de mayo, realizado por Edward Jiménez, de la Unidad de Sistemas de la estatal Petroecuador.

Su propuesta consistía en modificar únicamente el factor K, que fija la participación del Estado; eso evadía la revisión de todo el contrato, porque para él, los problemas de participación se concentran, precisamente, en ese punto.

Su planteamiento fue que el factor de participación quede atado al precio del petróleo, además se deberá considerar el espesor del crudo y el contenido de azufre del petróleo ecuatoriano. Los contratos actuales no toman en cuenta esos elementos.

Publicidad

Bonilla explicó, en ese entonces, que no se pretende afectar la seguridad jurídica, pero sí mejorar la condición para el Estado, pues cualquier convenio lesivo iba a modificarse aplicando la cláusula de inequidad del mismo.

Según el ex funcionario, la participación histórica del Estado ha sido de hasta el 25%. Pero de la intención no pasó porque, días después, el 20 de abril, terminó el Gobierno.