El 6 de julio, en plena zona regenerada (Luque entre Boyacá y Escobedo) fui víctima de robo, por lo que el asaltante fue detenido y entregado a los miembros de un patrullero de tránsito, que lo entregó a la Policía. A los dos días los familiares del asaltante llegaron a mi casa, según ellos, enviados por el Fiscal para “arreglar” ¿qué?

Según el Fiscal, no tenía con quién enviar la primera citación (26 de julio).

Ante estas circunstancias, envié una abogada, y se me citó para el 8 de agosto, por lo que acudí porque era lo procedente e indicándole al Fiscal el disgusto por lo ante descrito y además indicándole que según mi percepción estaba haciendo un papelón porque quizás el delincuente ya estaba libre. Contestándome que así era, según su conocimiento bajo fianza y que eso era cosa del juez que lleva la causa, cuando se trata de un delincuente fichado y con segunda detención.

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No se agotaron ni siquiera todas las instancias y yo he gastado, además de todos los inconvenientes, tiempo y dinero.

Por estas razones nadie contribuye a denunciar los casos delincuenciales. ¿Para qué? ¿Quién respalda o impulsa la justicia?

Lcda. Mariana Rodríguez de Chiluiza
Guayaquil