Hace un año se iniciaron las inspecciones judiciales dentro de la demanda que presentó el Frente de Defensa de la Amazonia contra la petrolera Chevron Texaco, a la que acusan de daños ambientales en la región.

Hasta el momento se han recolectado 569 muestras en un total de 22 inspecciones; 433 de ellas fueron extraídas por personal de Texaco y 116 por los representantes de los afectados.

La última inspección se realizó el pasado 28 de julio en el pozo Shushufindi-13, de Sucumbíos.

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Los demandantes aseguran que las 341 muestras de tierra y agua extraídas de sitios ubicados en las provincias de Orellana y Sucumbíos, donde la compañía Texaco operó entre 1971 y 1990, evidencian contaminación severa.

Fausto Peñafiel, coordinador del equipo técnico de la parte acusadora, indicó que la remediación que realizó Texaco en las zonas donde operó no se realizó de forma adecuada, pues los hidrocarburos y metales pesados “aún están allí”.

Sin embargo, el fallo de la Corte de Justicia de Nueva Loja tardará mucho tiempo. El proceso incluye 123 inspecciones y mientras este continúe la petrolera no puede asumir los daños, reconoció Pablo Fajardo, uno de los abogados de las comunidades amazónicas.

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En las oficinas de la compañía Texaco, en esta ciudad, se informó que un pronunciamiento sobre este tema se dará a conocer hoy.

PETROLERA

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FUSIÓN
La empresa Texaco se fusionó con Chevron  en el año 2001, formando una de las cuatro compañías más grandes del mundo en su área.

RECHAZO
Abogados de Chevron Texaco han cuestionado los informes de la parte acusadora en los que se revela la existencia de tóxicos en los sitios donde se extrajeron las muestras.

INDEMNIZACIóN
Según los demandantes, los daños ocasionados por la empresa al medio ambiente por la presencia de más de 600 piscinas tóxicas podrían ser valuados en 6.000 millones de dólares.