Dos asaltantes de buses, quienes acostumbraban pedir una especie de impuesto a los choferes de diversas líneas de buses, para permitirles continuar su recorrido fueron detenidos el miércoles pasado por la Policía Judicial de Pichincha (PJ-P).

Según las indagaciones policiales, si los choferes no pagaban, los sujetos ingresaban en los buses y quitaban sus pertenencias a pasajeros o al mismo conductor. El impuesto que pedían era de 25 o 50 centavos de dólar por cada vuelta a cada conductor.

Los choferes aceptaban pasivamente la situación para evitar ser víctimas de asaltos. Así actuaban Alan Paúl Ortiz Ayoví, de 18 años, y Franklin Eduardo Méndez Ortiz, de 20, quienes fueron aprehendidos el 15 de agosto pasado.  Los jóvenes robaron cinco días antes una buseta de la Cooperativa Águila Dorada.

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Desvalijaron al chofer y a la azafata amenazándolos con cuchillos en presencia de los pasajeros. Los supuestos asaltantes no contaban con un nuevo sistema de seguridad ubicado en los buses: una cámara que graba todo lo que ocurre en el interior de la unidad.

Este video fue fundamental para la identificación de los antisociales, que el 15 de diciembre pasado también fueron apresados por este mismo delito. En esa fecha, ellos intentaron asaltar otra unidad en el sector de Cotocollao (norte de la ciudad) y fueron interceptados.

Ortiz y Méndez aceptaron que era su forma de vida. Las autoridades de la Policía comentaron que seguirán con las investigaciones, pues los ahora detenidos no serían los únicos que cometen esta forma de asaltos.