Por lo menos un padre de familia de Parcoloma, perteneciente a la parroquia Octavio Cordero Palacios, espera noticias de su hijo que salió la semana anterior con rumbo a los Estados Unidos en un viaje clandestino que debía empezar por barco entre los pasados viernes y sábado.

María Jara, presidenta del Comité de Familiares de Emigrantes Desaparecidos del Azuay, manifestó que la noticia obtenida ayer al mediodía empezó a causar desesperación entre los  familiares de los emigrantes que salieron de esta provincia la semana pasada.

Jara formó la organización luego de sepultar los restos mortales de su hijo el pasado 18 de mayo, quien falleció en  diciembre del 2004  en un naufragio de una lancha que transportaba emigrantes desde El Salvador hacia Guatemala. La repatriación de las cenizas duró seis meses.

Publicidad

Ahora doña María, como se la conoce en la organización, pide a las autoridades ser más sensibles ante el dolor de las familias, lamentó que pese a que el nuevo naufragio ocurrió entre el viernes o sábado, recién se tengan noticias a media semana.

Solicitó también que se actué con prontitud en el rescate de los cuerpos de quienes perecieron en alta mar y no se los olvide como ocurrió con los once desaparecidos que viajaban junto a su hijo y que hasta la fecha no hay rastros ni se continuó  las investigaciones.

La dirigente  agregó que la organización prepara una marcha para el próximo 26 de agosto por los azuayos  desaparecidos mientras seguían la ruta en su intento por llegar ilegalmente a los Estados Unidos. El acto será parte de las actividades previas que se realizarán por las celebraciones del mes de los migrantes, en septiembre.