Una obra que costó algunos millones de sucres y para construirse duró varios años.

Desde que comenzó a funcionar lo hizo con gran éxito, presentando festivales de artistas ecuatorianos, cantando pasillos que a las personas de la tercera edad nos deleitaba.

El valor de la entrada era económico y aceptable a las personas jubiladas, y sobre todo por lo central que estaba ubicado dicho teatro.

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Sabemos que esta sala está administrada por el Banco Central del Ecuador, pero lamentablemente no da señales de vida.

Solicitamos que nuestro alcalde tome cartas en el asunto para que nuevamente vuelva a funcionar para beneficio de las personas de edad madura, ya que al estar en el centro se hace más funcional para ver y oír los espectáculos.

Segundo Machuca Reyes
Guayaquil