El gobierno de Arizona (oeste) declaró un estado de emergencia en condados fronterizos con México para combatir la inmigración ilegal, en una medida similar a la decretada por el estado de Nuevo México, que levantó fuerte controversia en el país vecino.

La gobernadora de Arizona, Janet Napolitano, anunció ayer en un comunicado, que destinará un millón y medio de dólares de fondos federales para combatir la inmigración ilegal y el tráfico de drogas en los condados de Pima, Cochise, Santa Cruz y Yuma, los puntos más transitados por indocumentados, fronterizos con el estado mexicano de Chihuahua (norte).

“Declaro que la zona de emergencia en Pima, Cochise, Santa Cruz y Yuma tome efecto inmediatamente”, indicó la gobernadora.

Publicidad

Napolitano justificó su decisión ante el extraordinario aumento de inmigrantes ilegales en Estados Unidos que ingresan al país a través de la  frontera con México.

El estado de emergencia fue decretado ante la información de que “unos 3 millones de inmigrantes ilegales cruzan la frontera cada año” y que cada vez más indocumentados ingresan por la frontera de Arizona.

La medida se une a la decretada hace cuatro días por el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson,  de madre mexicana, quien declaró el estado de emergencia en los condados:  Doña Ana, Luna, Grant e Hidalgo, también lindantes con Chihuahua.