Ningún tema llama tanto la atención en los actuales momentos como la delincuencia.

Los  gastos que demanda cada vez la Policía Nacional por el incremento de  miembros y la implementación de equipos, vehículos, dotación de armas para dar servicio, etcétera. Por otro lado, la gran suma de dinero que gasta el Municipio de Guayaquil en la implementación de una guardia privada, sin ningún beneficio ciudadano.

Efectivamente, la crisis económica de los ciudadanos en edad productiva se debe  a la restricción de fuentes de empleo, que no les permite tener un ingreso, la desocupación modifica esencialmente su accionar.

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Es incuestionable que el hombre común,  especialmente los jóvenes, al no tener acceso a una fuente de trabajo en el sector formal se hallen en conflictos en sus requerimientos básicos tanto personal como familiar, por tanto, los jóvenes de clase social media y baja al no tener un trabajo estable, sus vidas, para unos, son una monotonía sin otra opción que delinquir. Para otros, no tienen otro horizonte que la vejez y la muerte.

Con propuestas sencillas que no demandan mayores gastos, como la de crear pequeñas empresas y/o microempresas a base de estudios y proyectos sociológicos, nos permitiría dar solución certera a la delincuencia y controlar su incremento, porque hacer abstracciones de la desocupación sería eliminar uno de los factores indispensables para resolver el problema de la delincuencia.

Oswaldo W. Salavarría Palma
Guayaquil