En disputa los derechos de las películas de ‘Cantinflas’

El cómico mexicano Mario Moreno Cantinflas (1911-1993) fue recordado la noche del pasado viernes en el 94º aniversario de su natalicio, con un nuevo episodio de la disputa que mantienen sus herederos por la propiedad de 34 filmes.

Desde hace doce años, el hijo adoptivo de Cantinflas, Mario Arturo Ivanova, y el sobrino del comediante, Eduardo Moreno Laparade, mantienen una disputa legal debido a que ambos argumentan ser propietarios legítimos de los derechos de las cintas del popular actor mexicano.

Las producciones cinematográficas en disputa son, entre otras:  El profe, Por mis pistolas, El padrecito, El señor fotógrafo y El extra.

El jueves anterior, Ivanova cantó victoria sobre Moreno Laparade al informar a los medios de comunicación que había ganado la demanda civil de los derechos, por lo que él era el único dueño absoluto de los 34 títulos del legado fílmico de su padre.

“Nunca perdí los derechos, nunca me los quitaron, yo siempre fui el dueño de las películas, y este veredicto reafirma y aclara, que siempre he tenido la titularidad de las 34 cintas”, aseguró Ivanova a la prensa.

Sin embargo, Moreno Laparade contestó que él había ganado la primera y segunda instancia del juicio, aunque manifestó no haber recibido información sobre el más reciente fallo.

Añadió que “puedo asegurar que aunque (Ivanova) haya ganado esta tercera instancia, no significa que ya tenga los derechos de las cintas”.

Explicó que en caso de que Ivanova haya ganado el juicio como lo ha difundido, “entonces tenemos que empezar de cero otra vez, tenemos derecho a apelar porque es una resolución, que tiene contestación”, explicó.

Debido a la indefinición legal sobre la propiedad de los derechos, los ingresos por derechos de autor de estas cintas son depositados en una cuenta en Estados Unidos. “De todos modos, aunque fuera cierto que él (Ivanova) ganó, las regalías que se han acumulado en ese tiempo se le esfumarían por las deudas económicas que ha contraído desde la muerte de mi tío, en 1993”, dijo Moreno Laparade.

Cantinflas nació en un barrio pobre de la ciudad de México; sus orígenes humildes contribuyeron a crear el personaje, un hombre desgarbado y popular, con una peculiar forma de expresión y de hablar mucho sin decir nada.