Se acabó el problema de las refinerías. Efectivamente, compañías chino-norteamericanas se hallan interesadas en ejecutar proyectos hidroeléctricos, montaje de refinerías de petróleo, un complejo petroquímico y gaseoducto, y la edificación de un muelle de aguas profundas.

Los estudios de este proyecto –que se denomina Jaramijó y está localizado en el cantón del mismo nombre– están hechos desde  hace algunos años y guardado bajo la mirada atenta de algún acucioso funcionario.

La capacidad de esta refinería es de 300.000 barriles diarios, de esta manera se cubriría el consumo nacional y con el excedente de 150.000 barriles nos convertiríamos en país exportador de los mismos, ahorrando grandes cantidades de recursos por estos rubros, según datos de Petrocomercial, que alcanzan astronómicas cifras anuales.

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La financiación que ofrecen estas compañías es del 100%; desean entrar al país mediante concesiones a largo plazo. Al Gobierno no le costaría sino una fuerte dosis de decisión para resolver definitivamente este problema, ya que una vez terminada la concesión las plantas serían trasladadas, al igual que su tecnología, al Estado ecuatoriano.

En el país no hay recursos para estos megaproyectos, por lo cual esta es una opción.

Gandhy Morales Franco
Guayaquil