Un Boeing 737 chipriota de la compañía Helios se estrelló este domingo cerca de Atenas y murieron las 121 personas a bordo, un accidente causado probablemente por un problema de presurización en el avión, según el último mensaje enviado por el piloto de la aeronave.
El accidente constituye la "mayor catástrofe aérea" en la historia de Grecia, en palabras del jefe de la comisión de investigación de la autoridad civil aérea, Akrivos Tsolakis.
Chipre decretó tres días de luto por la tragedia y Grecia uno.
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El portavoz del gobierno griego, Theodore Roussopoulos, se refirió a la caída del Boeing en términos de "accidente trágico", señalando que "no hay indicio de piratería aérea o de un acto terrorista".
Los 115 pasajeros y los seis miembros de la tripulación del avión de la compañía de bajo coste chipriota Helios murieron en el accidente, anunció la aerolínea y la policía griega.
"La mayoría (de las personas a bordo) eran chipriotas", entre ellos un grupo "de 48 jóvenes con destino a Praga", explicó Helios. También había "un cierto número de griegos y muy pocos extranjeros", precisó la aerolínea.
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"Una primera caja negra del aparato fue encontrada", informó Roussopoulos, rectificando una información anterior según la cual las dos cajas negras habían sido halladas.
Los pilotos de los dos F-16 griegos que escoltaban al Boeing tras cortarse la comunicación vieron "al copiloto encorvado y quizá desvanecido y al piloto fuera de su lugar", así como "las máscaras de oxígeno activadas en la cabina", precisó el vocero del gobierno.
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Durante el último acercamiento "vieron a dos personas en la cabina de mando, de los que se desconoce si eran miembros de la tripulación o pasajeros que querían hacerse con el control" de la aeronave, añadió la misma fuente.
El último mensaje enviado por el piloto daba constancia de un problema de presurización, antes de que la comunicación se interrumpiera, indicó a la AFP un alto responsable del ministerio del Orden Público griego.
Testigos citados por los medios de comunicación griegos afirmaron que el avión tuvo problemas de presurización en septiembre de 2003 y en junio pasado, aunque Helios desmintió la información indicando que el aparato fue revisado "la semana pasada".
Sin embargo, un simple problema de presurización no puede ser el origen de un accidente de avión, estiman expertos aeronáuticos franceses.
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"Una avería en la presurización no puede hacer caer un avión. Es improbable que tras una pérdida de presurización no sea posible recuperar el control del avión", declaró a la AFP François Grangier, experto en investigación de accidentes y piloto.
Otro experto, Gerard Feldzer, subraya que "sólo la presurización no explica una pérdida de control del avión, a menos que haya un daño en la estructura, es decir, una ventanilla que se desprende, por ejemplo, lo que conlleva una despresurización, frío inmediato en el avión y caída" de la aeronave.
"Si hubo una despresurización explosiva, puede haber pérdida del control del aparato a causa de una ventanilla que impacta con un alerón o con la cola trasera", precisó.
La identificación de las víctimas "no podrá iniciarse antes de 24 horas" a causa del estado de los restos mortales, indicó el secretario de Estado de Salud griego, Georges Constantopoulos.
"La situación en el lugar del accidente es peor de lo que imaginamos todos (...) hay enormes dificultades objetivas para la identificación" de las víctimas, afirmó Constantopoulos, dejando entender que los cuerpos se encuentran en muy mal estado.
El Boeing, proveniente de Larnaca (Chipre) y con destino Praga, se estrelló en Varnava, 40 kilómetros al noreste de Atenas.
Helios, creada en 1999, es la única compañía aérea privada chipriota. Esta aerolínea de bajo coste posee cuatro Boeing 737 y viaja a Londres, Atenas, Sofía, Dublín y Estrasburgo.