La Asociación Latinoamericana para los Derechos Humanos (ALDHU) pedirá al Gobierno ecuatoriano que expulse del país a la empresa EPI Security and Investigation, que recluta a colombianos para tareas de seguridad en Iraq.

Gustavo Larrea, portavoz de ALDHU, organización con sede en Quito, anunció que mañana enviará cartas al jefe de Estado, Alfredo Palacio, y al ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Parra Gil, en las que solicitará "la expulsión" de la compañía del país.

"Ecuador es una nación pacífica y que respeta los acuerdos internacionales de paz. No podemos permitir que aquí se negocie con mercenarios", declaró el activista al diario "El Comercio".

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La empresa funciona en Manta, a 390 kilómetros al suroeste de Quito, en la misma ciudad donde desde 1999 se encuentra el centro de operaciones de Estados Unidos (FOL, por sus siglas en inglés), para luchar contra el narcotráfico en la región.

El propietario de "EPI Security" es el estadounidense Jeffrey Shippy, un ex bombero de la base de Manta, quien decidió abrir la compañía porque el salario que recibía en la FOL no le era suficiente, según declaró a la prensa local su esposa, la ecuatoriana Martha Cañarte.

El ministro del Interior, Mauricio Gándara, quien, según la prensa local, ha calificado como "ilegal e inmoral" a la empresa, anunció que ordenará una investigación inmediata sobre el funcionamiento de esa compañía.

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El ministro de Defensa, Solón Espinosa, dijo desconocer detalles sobre la existencia de esta empresa.

La esposa de Shippy aseguró que los reclutamientos para los trabajos, que se ofrecen a través de un portal en Internet, se realizan en Medellín (Colombia) y en Ecuador "sólo se hacen los contactos", aunque puntualizó que la compañía no está legalizada en este país.

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La dirección y el teléfono que aparecen en el portal de Internet de la empresa, corresponden a la vivienda que alquila Cañarte, en cuya planta baja funciona un jardín de infancia.

Cañarte aseguró que hay una alta demanda de llamadas: "son ex militares o policías colombianos. Mi esposo se niega a enviar ecuatorianos porque no los quiere involucrar en el conflicto".

Confirmó que su marido está en Iraq y regresará a Manta en septiembre próximo.
Según la prensa colombiana, Shippy sostiene que sus hombres, "dueños de una experiencia que sólo puede ofrecer la intensidad del conflicto colombiano, están dispuestos a cumplir misiones de seguridad en Irak por salarios mensuales de entre 2.500 y 5.000 dólares. Los estadounidenses cobran 10.000 dólares".