La misión del Comité Consultivo es dar argumentos para reducir índices de pobreza, según Ribadeneira.

Santiago Ribadeneira confiesa que el presidente de la República, Alfredo Palacio, le propuso ser el ministro de Economía que reemplace a Rafael Correa. No aceptó y ahora es parte –junto a Diego Borja y Pablo Lucio Paredes– del Comité Consultivo Económico del Gobierno.
Descarta cualquier conflicto de competencias con el Ministerio de Economía, pero admite que sus consejos le llegan directamente al Presidente.

Pregunta: ¿En qué consiste el Comité Consultivo?
Respuesta:  Es un espacio del Presidente para reflexionar, luego de una gran frustración que tenía cuando su intención fue reducir la pobreza (y) se topó con un ejercicio convertido en un trampolín político.

P: ¿Desde cuándo opera?
R: : Desde estos días, como consecuencia del difícil momento de la economía.

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P: ¿Tan mal está la economía?
R:  En esta etapa (la de Rafael Correa) hubo resultados perjudiciales: la calificación de Ecuador bajó; el riesgo país se incrementó; se perdió acceso a los multilaterales; los tenedores de deuda han perdido la confianza al Ecuador y, obviamente, querrán cobrar; existen compromisos de alza de sueldos por $ 230 millones y además, increíblemente, se paga más deuda que lo que se recibe... No veo una sola línea de política económica orientada a los pobres. Y eso hay que corregir.

P: ¿Los miembros del Comité son empleados de la Presidencia?
R: Ni empleados ni remunerados por el Gobierno. Es un pedido del Presidente.

P: ¿De quién fue la idea?
R: El Presidente mantuvo conversaciones conmigo en el transcurso de los últimos días, preocupado por lo que pasaba con su ministro (Correa), con la situación del país... Contó con novedades que no fueron reportadas por el ministro y concluyó que tenía que reforzar el seguimiento de la política económica.

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P: ¿El Presidente le pidió que sea el sucesor de Correa?
R: Así es. Después de que Correa salió conversó conmigo. Evaluamos juntos y consideramos que no era oportuno completar el círculo de quienes mantienen el supuesto satanizado de que se entrega la economía a los banqueros; más bien auspiciamos que sea la ministra actual (Magdalena Barreiro) quien debía ir para darle un nuevo rostro.

P: ¿Prevaleció el estigma que pesa sobre la banca?
R: El presidente valoró mi orientación social. Llegamos a la conclusión de que no convenía, porque se daba el espacio a los famosos “pura boca” (se refiere a Correa y a sus seguidores).

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P: ¿Qué debe hacer Barreiro ahora?
R: Está tomando los pasos correctos. Está respetando a su antecesor, reconstruyendo su relación con los multilaterales, generando confianza.... Ya el giro técnico que le ha dado a la venta de bonos en la bolsa (de Nueva York) es un discurso diferente.

P: A propósito, ¿está de acuerdo con vender bonos a Venezuela?
R: Es una operación cara (8,5% de interés), pero ese es el costo de jugar con la economía, porque el acceso a los multilaterales era al 3 o 4%. Como el “correazo” fue duro, entonces nos toca acceder para salvar la emergencia.

P: ¿El Presidente conocía el costo del que usted habla?
R: No fue oportunamente informado. Confió en su ministro y se encontró con novedades que ahora quiere evitar.

P: ¿Qué pasará cuando los consejos de Barreiro no coincidan con los del Comité?
R: Barreiro es la ministra de Economía y nosotros no tenemos nada que hacer en el trabajo que técnicamente cumpla. Es el Presidente el que decide la política económica. Nuestra misión es dar argumentos para bajar la pobreza.

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