El famoso muralista solicitó en 1955 que los archivos con sus documentos y los de su esposa no se abrieran sino varios años después de su muerte.

Un equipo multidisciplinario avanza en el plan de restaurar, clasificar y digitalizar unos 26.000 documentos “íntimos y personales” de los artistas plásticos mexicanos y esposos Frida Kahlo y Diego Rivera, confirmaron responsables del proyecto.

Los trabajos estarán terminados a más tardar en junio del 2007, cuando a través de internet podrán consultarse cartas, libros, revistas y notas de prensa “que muestran el lado humano” de dos de las más grandes figuras del arte contemporáneo mexicano.

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“Se trata de contribuir al enriquecimiento de la memoria colectiva y de poner a estos documentos inéditos a salvo del robo y la destrucción”, dijo Isabel Grañén, presidenta de la organización de Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México (Adabi) y una de las responsables del proyecto.

Añadió que cuando los investigadores y el público en general puedan consultar por computadora tales documentos “se encontrarán con muchas sorpresas” sobre la vida personal, académica y artística de Frida Kahlo y Diego Rivera, a quienes unió el amor y la vocación por las artes plásticas.

Se estima que el proyecto de efectuar un inventario descriptivo y digitalizar los documentos tendrá un costo de unos 188.000 dólares, de los cuales una tercera parte será aportada por el magnate mexicano Alfredo Harp Helú, dijeron los responsables.

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En el plan participan el fideicomiso que administra una casa convertida en museo que perteneció a Frida Kahlo (1907-1954) en el sector capitalino de Coyoacán (conocida como Casa Azul) y otro creado por Diego Rivera, la estatal Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Adabi y otras entidades.

Diego María Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de la Rivera y Barrientos Acosta y Rodríguez, su nombre completo, nació el 8 de diciembre de 1886 en la ciudad de Guanajuato y falleció el 24 de noviembre de 1957 en Ciudad de México.

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Diego Rivera donó al fideicomiso constituido el 16 de agosto de 1955 su museo y el de Frida Kahlo y le cedió “todos los derechos de su obra plástica o literaria”, aseguraron los responsables del proyecto.

El famoso muralista también solicitó en esa ocasión que los archivos con sus documentos y los de su esposa “no se abrieran sino varios años después de su muerte”, afirmaron los responsables del plan de restauración y digitalización de los objetos.