El canciller de Sri Lanka, Lakshman Kadirgamar, un viejo enemigo de la guerrilla de los tigres tamiles, fue asesinado ayer en Colombo por un francotirador que le disparó en la cabeza desde larga distancia.

Kadirgamar, de 73 años y un político cercano a la presidenta Chandrika Kumaratunga, fue alcanzado por varios tiros cuando estaba en el jardín de su residencia.