Martha Vargas, de 40 años y guayaquileña, y su hijo David Vásquez, de 12, disfrutaron ayer  del viaje en el teleférico de Quito hasta Cruz Loma, situada a 4.100 metros de altura sobre el nivel del mar.

Como ellos, muchos costeños llegaron ayer, en el primer día de feriado al complejo teleférico, a recorrer sus instalaciones y viajar en las cabinas.

En las filas que se formaron estaban Diana Beltrán (19 años) de la agencia turística Marcytour, y otras 34 personas de Guayaquil, esperando para subirse a las góndolas. Esa empresa había vendido paquetes de visitas a Quito que incluían paseo al teleférico.

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Un grupo de 25 jóvenes de Guayaquil que llegó ayer para asistir a un congreso cristiano, aprovechó la visita para conocer el mega centro y sus atractivos.

También acudió al complejo gente  de Esmeraldas y de otras ciudades del país.