"La alimentación es clave para una vida saludable. Para llevar una dieta balanceada se deben ingerir alimentos de todo tipo pero en cantidades necesarias. Cómo armar un plan de comidas variado y bajo en grasas."

Aunque comer es a la vez una actividad necesaria y placentera y que con el auge de la cocina gourmet cada vez hay platos más ricos y postres más deliciosos para disfrutar, los nutricionistas desaconsejan que las personas se alimenten simplemente de lo que quieran y en el momento en que quieran.

No se trata solo de hacer seis comidas diarias -entre desayuno, almuerzo, cena y tres colaciones- sino de hacerlo de forma equilibrada y balanceada. Esto tiene el objetivo de proveer al organismo los nutrientes que necesita para funcionar de forma saludable.

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Por ello y para ayudar a que todos puedan organizar su alimentación bajo esa premisa es que a nivel global se han categorizado los alimentos en diferentes grupos. Lo importante es elaborar una dieta que contenga comidas de todos los grupos, en las cantidades necesarias para cada persona y de acuerdo a las diferentes etapas de la vida.

Los alimentos han sido agrupados en granos; verduras; frutas; grasas, aceites y dulces; productos lácteos; y carnes y legumbres; y cada uno de ellos aporta nutrientes diferentes al cuerpo humano. Por ello se recomienda que, diariamente, un adulto medio ingiera dos o tres porciones de lácteos, tres a cinco de verduras, dos o tres de carnes y legumbres, dos a cuatro de frutas, entre seis y once de granos (pan, arroz, pasta) y que coma grasas, aceites y dulces con moderación.

Como cada uno de estos grupos de alimentos contiene alguno pero no todos los nutrientes necesarios, es importante mantener una dieta variada y equilibrada y no reemplazar un alimento de un grupo por el de otro.

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Tanto los productos lácteos como las carnes proveen proteínas, hierro y zinc. La importancia de lácteos como la leche, el yogurt y el queso radica en que son las mejores fuentes de calcio, muy importante en casi todas las etapas de la vida. Las frutas y verduras, a su vez, aportan minerales, vitaminas y fibras. Especialmente las verduras son ricas en vitaminas A y C, ácido fólico, hierro y magnesio. Los granos son importantes porque contienen carbohidratos complejos, por lo que son una fuente importante de energía baja en grasa. Finalmente, las grasas, aceites y dulces proporcionan calo-rías pero pocos nutrientes.