Diez extranjeros “que constituyen una amenaza para  la seguridad nacional” fueron arrestados ayer en Gran Bretaña y podrían  ser expulsados. El gobierno no precisó la identidad de las personas arrestadas ni los países hacia los cuales podrían ser expulsadas.

El hecho confirmó que “las reglas del juego cambiaron” tras los  atentados de Londres, como advirtió el mes pasado el primer ministro Tony Blair.