Sesenta años después que la imagen de un marinero besando apasionadamente a una sorprendida enfermera en Times Square se convirtió en símbolo del fin de la Segunda Guerra Mundial, fue develada una escultura en color de ese mágico instante, en el mismo sitio donde ocurrió.

La escultura de J. Seward Johnson, basada en la famosa fotografía de Alfred Eisenstaedt, quien trabajaba en esa época para la revista Life, fue develada el jueves en Times Square.

Fue un beso muy prolongado, recordó Edith Cullen Shain, quien dice que es la enfermera que aparece en la fotografía.   Fue como un paso de danza, la forma en que él me tomó en sus brazos.

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Shain dijo que simplemente cerró los ojos y nunca miró el rostro del marinero.

En ese momento me olvidé de todo, declaró Shain, una bisabuela de 87 años de edad, que vive en Santa Mónica, California.

La anciana recordó el pandemonio del 14 de agosto de 1945, el día de la victoria de las fuerzas aliadas sobre Japón. Cientos de miles de personas se congregaron en Times Square. Todos se abrazaban y besaban entre sí.

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Lo dejé que me besara porque él había estado en la guerra y peleado por mí, dijo Shain al aludir al marinero.   Ojalá hubiese hablado con él, o le hubiera preguntado su nombre.

Shain, que tenía 27 cuando fue inmortalizada en la fotografía, dijo que se reconoció a sí misma al ver la imagen en Life, pero no se lo contó a nadie   porque me sentía muy avergonzada.

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En 1979, le informó a Eisenstaedt en una carta que ella era la enfermera que aparecía en la foto. Shain dijo que Eisenstaedt, quien falleció en 1995, viajó a California para conversar con ella y confirmó que era realmente la persona que aparecía en la foto.

En cuanto a la identidad del marinero, sigue siendo un misterio.