Los abogados defensores del menor que, según la instrucción fiscal, asesinó a sus padres y hermana de crianza el pasado 19 de julio en la ciudadela La Garzota, preparan un encuentro entre la madre biológica y el imputado.

Afuera del despacho de los abogados Darwin Espinoza Nolasco y José Fuentes Llerena, ubicado en el centro de Guayaquil, Rosario Pincay Castillo, una menuda mujer de 36 años, esperaba a los juristas.

Vestida con un jean azul, abrigo gris y sandalias, la mujer relató que conoció a los fallecidos Nicolás Moreira Cruz, de 69 años; Alicia Martillo Alay, de 62, y Alicia del Carmen Moreira Martillo (32), cuando ella tenía dos meses de embarazo.

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“Yo vivía con mi abuela y otros familiares en Urdenor (norte de la urbe) y ya tenía un niño de tres años cuando salí embarazada. Mi tía me llevó donde los Moreira Martillo, quienes me ofrecieron posada hasta que di a luz”.

Pincay recordó que cuando el adolescente, detenido en el Instituto de Varones, tenía dos meses de nacido, los Moreira Martillo le ofrecieron cuidar al bebé, pues ella no tenía los recursos para hacerlo.

La mujer dijo que entregar al niño con los Moreira-Martillo era lo mejor para él. Confirmó que se fue a vivir al cantón Pedro Carbo, se casó y procreó cinco niños más, con quienes vive ahora.

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“Una vez vine a Guayaquil para conocer a mi hijo, pero al llegar a la casa donde vivían los Moreira, vi que se habían cambiado de casa. No supe qué hacer”, sostuvo Pincay.

Los juristas, quienes afirmaron que pagan los gastos del viaje de Pincay desde Pedro Carbo a Guayaquil, dijeron que la madre biológica mantiene conversaciones con especialistas del Instituto Profesional de Varones para preparar la reunión.

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Rafael Esteves, abogado de la parte acusadora, pidió a la fiscal Dínora Alvarado que se someta al menor a una regresión, diligencia que fue rechazada por los defensores.