Rubén Barberán, ex representante del Ejecutivo en el Consejo Directivo del Seguro Social, solamente duró 95 días en el cargo. Con su salida, acordada el martes pasado en una reunión con el presidente de la República, Alfredo Palacio, continúa la inestabilidad que ha caracterizado a los cargos directivos del IESS en los últimos tres años.

Desde el 2002 hasta la fecha, por el consejo directivo han pasado cuatro representantes del Gobierno.

Ayer, Barberán dio un informe de labores y aseguró que salió “por circunstancias políticas de coyuntura” que al Mandatario le corresponde divulgar.

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“En el momento de mi salida estaba investigando el monto real de mora patronal en el Seguro”, expresó Barberán, y explicó que por los montos de mora reportados en el 2003 le dio la impresión de que las cifras son superiores a las divulgadas por el IESS ($ 14 millones en fondos de reserva y  4 millones  de dólares en aportes).

Denunció que recibió presiones por parte “de mafias” que operan dentro y fuera de la institución.

Entre esos grupos mencionó que están empresas que controlan los procesos de adquisiciones en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social y funcionarios que se oponen a los procesos de modernización de la entidad.

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Aseguró que hay corrupción, en especial en la compra de medicinas, insumos y equipos para los hospitales.

El ex funcionario se manifestó cercano al ex ministro de Economía, Rafael Correa.