Los niños pasaron frío y hambre en un viaje de varios días al intentar verse con sus familiares en EE.UU.  Ellos fueron   abandonados en México por coyotes.

El deseo de encontrarse con su padre, un inmigrante ecuatoriano que reside en Queens, Estados Unidos, impulsó a Johnny, un menor de 11 años, a realizar un viaje que duró varios días y en el cual tuvo que enfrentar la crudeza de un desierto a más de padecer frío y hambre.

Pese al esfuerzo y los peligros, Jhonny no logró su objetivo y fue rescatado en la desértica zona que une México con los EE.UU.

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Antes de ello viajó por tierra desde su provincia, Azuay, hasta un puerto de la Costa, donde inició un viaje por mar a Guatemala. De allí continuó otra vez por tierra hasta la frontera de México y EE.UU.

Esta travesía la realizó junto con otro menor, José, del Cañar, quien padeció iguales desventuras.

Las familias de José y Jhonny se enteraron de las peripecias que sufrieron cuando el responsable de trasladarlos, un coyote en esas provincias, acudió a exigir a la casa del abuelo del primero de los infantes el pago de los 2.000 dólares por haberlo enviado sano a Queens.

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Sin embargo, al comunicarse con el padre de este niño, le informó que no había arribado a su destino, ante lo cual este inició la búsqueda en EE.UU..

Los menores fueron hallados hace dos semanas y llegaron la mañana de ayer en el vuelo 1681 de la aerolínea Mexicana acompañados de un oficial de Migración de México, y Estuardo Flores, comisionado de la Defensoría del Pueblo en ese país.

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A su arribo, la vivacidad propia de la edad de los menores contrastó con el semblante de preocupación que mostraron Carlos T., tío de Jhonny T., y Luis Antonio y Elvira J., abuelos maternos de José, entre otros familiares de los pequeños emigrantes, quienes acudieron desde Cañar y Azuay a recibirlos a la sala de arribo internacional del aeropuerto Simón Bolívar.

A las 08h15 aparecieron los chiquillos. Johnny vestía camiseta color azul y José un suéter blanco. Todos se fundieron en un abrazo y algunas lágrimas rodaron.

“Quería llegar a pesar del frío y del hambre”, manifestó Jhonny mientras salía de esa terminal tomado de la mano de sus abuelos.

Antes del viaje de retorno los menores permanecieron en un albergue. 

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En la Defensoría del Pueblo local, el abuelo y el tío de José y Jhonny, respectivamente, firmaron un Acta de Recepción por la entrega de los dos ecuatorianos.

Patricia Castro, adjunta segunda de la Defensoría del Pueblo, expresó que Jhonny (que al igual que José viajaba solo) fue rescatado de coyotes mientras pretendía cruzar junto con otros indocumentados la frontera Tapachula-Chiapas, el pasado 26 de julio.

José fue retenido en Nogales-Sonora el 31 del mismo mes.

Mencionó que los menores, que viajaban sin documentos, se encuentran en buenas condiciones de salud.

Ayer, luego de permanecer unos minutos en el local de la Defensoría del Pueblo en Guayaquil, retornaron por tierra a sus hogares acompañados de sus familiares.