Me complace aconsejarles, en espera de que mediten: fíjense una meta para alcanzarla, confiando en sus  posibilidades y esfuerzos.

Algo importante, no se desalienten ante las adversidades que se presentan, porque no podemos librarnos de ellas mientras estemos en este mundo, pero con fe en Dios podemos sobrellevarlas sin desesperarnos.

Lcda. Delia Jiménez Rivadeneira
Guayaquil