Tras cuatro años de ausencia pública, la primera aparición del subcomandante Marcos sorprendió: su barriga se le salía por detrás de su cinturón de municiones.

Después que los medios mexicanos comenzaron a hacer chistes sobre las fotos, Marcos admitió que engordó con un mensaje típicamente irónico publicado el jueves en el diario La Jornada.

Es que de por sí en fotografías y vídeos uno sale más gordo de lo que es, expresó.   La culpa es de fotógrafos y camarógrafos ... pues me hubieran avisado y meto la panza a la hora de la toma,  no?.

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Marcos tenía una figura delgada y alta, con su rostro cubierto por una máscara negra, cuando los zapatistas tomaron varias poblaciones del estado de Chiapas, en el sur del país, el 1 de enero de 1994.

Aún utiliza la máscara en público, pero de acuerdo con una biografía del gobierno cumplió 48 años el mes pasado.

En estos años, Ejército de Liberación Nacional de Marcos que se ha movido más hacia la actividad política que por la militancia.

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A pesar de algunos enfrentamientos locales con paramilitares y rivales, los zapatistas no han combatido abiertamente con el ejército en más de 11 años.

Marcos finalmente admitió que ha engordado al expresar que si me la quito (al cinturón), sale una panza que como de seis meses de embarazo ...bueno, sí y qué. Gordito pero bonito.

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Bromeó con su imagen de político misterioso y símbolo sexual de los primeros años de la revuelta.

O sea,  que ya no más lo de sex symbol? Lo dicho: ya no caliento ni el café, sostuvo.

En un tono más serio, criticó al principal partido izquierdista de México, el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Marcos expresó que el probable candidato presidencial del PRD, Andrés Manuel López Obrador, estaba rodeado de gente que hasta hace poco era del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en el poder cuando los zapatistas lanzaron su levantamiento.

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