El lunes, en el cementerio Colón, en La Habana, fue sepultado el sonero y bolerista Ibrahim Ferrer, tras fallecer el sábado a los 78 años de edad. Así, Cuba rindió un último tributo a Ferrer, exponente de la época dorada de su música popular y voz melodiosa de Buena Vista Social Club.

Unas 200 personas, entre familiares y amigos, acudieron al funeral, una sencilla pero emotiva ceremonia, en la que se hizo sonar su interpretación del bolero Mil congojas. Al funeral asistieron figuras del mundo cultural, entre ellos sus compañeros de Buena Vista Social Club, músicos y funcionarios de  gobierno.

Su cálida voz, que para muchos alcanzó su máxima expresión de belleza en la clásica Dos gardenias, cautivó en los más reconocidos escenarios de los cinco continentes.

Publicidad

Ganador de tres Grammy, Ferrer grabó cuatro álbumes:  A toda Cuba le gusta, Buena Vista Social Club, Buena Vista Social Club  introducing Ibrahim Ferrer y Buenos Hermanos.

Con su muerte, Buena Vista Social Club perdió a otra estrella, dos años después del fallecimiento de Compay Segundo, el 13 de julio de 2003 y   Rubén González, el 8 de diciembre de ese mismo año.