Las controversias, reflejadas en diversas opiniones respecto al Evento Salón de Julio 2005 en el que se premió a tres expositores y se entregó menciones de honor a otros, tienen su origen en la conceptualización de lo que es Bellas Artes, siendo en pintura la expresión de la belleza igual que en Arquitectura y Música; la mayoría considera que en el concurso no se aplicó este concepto y lo expresan en grupos de entendidos, en EL UNIVERSO, etcétera.

Vale destacar criterio equivocado de uno de los autores,  cuando declara en este diario que la no comprensión de esas pinturas se debe a la falta de cultura del público. Sabemos que en bellas artes lo agradable es lo importante por lo que las obras deben contener, a parte de un mensaje, armonía de colores, perspectiva artística, luminosidad cromática, etcétera; además, en arte “la belleza debe tener parte de bondad”, lo indicaba Seuler. Si la mayoría opina en forma paradójica es porque la obra no es bella y se está plasmando causas particulares por alguna reclamación fuera de lo que es arte, inclusive faltando el respeto a personajes de esta ciudad.

En este caso, conviene se rectifiquen errores antes de llegar al desprestigio total: Los artistas que apliquen su potencial positivo dejando lo negativo a un lado y el Municipio de Guayaquil, por ser la institución que respalda este evento anual no debería avalar actividades mal encausadas que podrían opacar su excelente organización en otros ámbitos, siendo por ello ejemplo en Sudamérica.

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Arq. Rodolfo López Osorio
Guayaquil